Filosofía de inversión

El Fondo trata de maximizar la rentabilidad de su inversión mediante una combinación de revalorización del capital y rendimientos de los activos del Fondo a largo plazo, acorde con un nivel de riesgo conservador.

El Fondo tiene un enfoque flexible para la asignación de activos y tratará de diversificar su exposición a diferentes clases de activos de todo el mundo. El Fondo tratará de alcanzar su objetivo de inversión invirtiendo entre el 40 % y el 90 % de sus activos en otros fondos, incluidos fondos negociados en bolsa (ETF), para obtener exposición a valores de renta fija (RF) (como bonos), entre el 10 % y el 50 % de sus activos en otros fondos, incluidos ETF, para obtener exposición a valores de renta variable (como acciones) y hasta un 30 % en otros fondos, incluidos ETF, que tratan de diversificar su exposición a diferentes clases de activos, incluidos valores de renta variable, RF e instrumentos del mercado monetario (IMM) (como instrumentos de deuda con vencimientos a corto plazo), depósitos, efectivo e instrumentos financieros derivados (IFD) (es decir, inversiones cuyos precios se basan en uno o más activos subyacentes).

Por lo general, el Fondo tratará de posicionarse de forma que su riesgo, medido en función de la volatilidad anualizada durante un periodo continuo de 5 años, se sitúe dentro de la horquilla comprendida entre el 4 y el 8 %; no obstante, el perfil de riesgo del Fondo podría situarse ocasionalmente fuera de la horquilla indicada. La volatilidad es la medida de las fluctuaciones de las rentabilidades de una inversión determinada. Por lo general, cuanto mayor sea la volatilidad, mayor será el riesgo de la inversión.