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3 CONSIDERACIONES ESENCIALES PARA INVERTIR DURANTE LA TRANSICIÓN A BAJAS EMISIONES

Para los inversionistas, contar con exposición estratégica a las empresas que están avanzando hacia una economía baja en emisiones de carbono ofrece oportunidades de inversión a largo plazo. Estos tres consejos permiten aprovechar la transición hacia un futuro más sostenible.
  • Este año, las inversiones sostenibles suman alrededor de 4 billones de dólares en activos1 a nivel mundial.
  • Se estima que existe un mercado de 5.5 billones de dólares2 para bienes y servicios con bajas emisiones.
  • La transición a una economía con cero emisiones netas de carbono traerá ventajas competitivas a largo plazo.

Actualmente, se emiten más de 31 gigatoneladas3 de gases de efecto invernadero mundialmente cada año. Alcanzar en los próximos 28 años el objetivo de cero emisiones netas (net-zero) es un desafío monumental, pero cada vez más actores se suman a esta causa que concierne a todas las comunidades, empresas y gobiernos.

Ante este panorama, vemos a más organizaciones que están incorporando criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) y de sostenibilidad en sus modelos de negocio. Asimismo, el impulso a los enfoques sostenibles también responde a un fenómeno de demanda, conforme los accionistas se hacen más vocales en cuanto a sus expectativas de que las empresas asuman un papel activo en la descarbonización de sus operaciones y las de sus cadenas de suministro.

OBJETIVO NET-ZERO

Larry Fink, en su carta para CEOs 2022, explica que la pandemia aceleró la evolución en las operaciones de las empresas. Hoy en día, las inversiones sostenibles a nivel mundial cuentan con un aproximado de 4 billones de dólares en activos4 y se estima que existe un mercado de 5.5 billones de dólares5 para bienes y servicios con bajas emisiones.

En 2020, BlackRock implementó un enfoque de rentabilidad variable en los mercados preexistentes, invirtiendo en compañías que tuvieran planes u objetivos desarrollados hacia la descarbonización del mundo. La medición de resultados desde ese entonces hasta ahora siguen siendo prometedores y con rendimientos positivos.

Si bien existen empresas que a lo largo de los años han sabido cómo operar de manera eficiente y con emisiones bajas, no se deben descartar las oportunidades de rentabilidad que pueden tener aquellas que apenas lo estén implementando y van progresando en ello. Para los inversionistas, navegar la transición brindará nuevas oportunidades de inversión.

TRES TIPS

  1. Evalúa a las empresas

Antes de destinar recursos a una empresa, los inversionistas deben analizar cuál es el perfil de la compañía frente a la transición hacia bajas emisiones en el presente y a futuro (cuánto emite con relación a sus ventas anuales, por ejemplo), para saber su posición ante el cambio tectónico que se avecina.

Conocer el “momentum de emisiones” de una empresa puede ser una señal de éxito a futuro. Por ello, un número cada vez mayor de inversionistas y proveedores ahora rastrean y proporcionan métricas de emisiones de carbono de la CDP (Carbon Disclosure Project, por sus siglas en inglés), incluyendo a Bloomberg, MSCI y BlackRock.

  1. Examina las industrias

Existe un interés generalizado para que todas las industrias se comprometan con un futuro sostenible. Por ello, es fundamental que los inversionistas examinen todo el universo de posibilidades de inversión, más allá de los sectores que parezcan obvios para hacerlo, como el sector energético.

Sin duda, habrá empresas que cultiven mayores beneficios conforme se reconfiguren los diversos sectores económicos en la búsqueda de implementar prácticas más eficientes de energía y tecnología de bajas emisiones. Los inversionistas deberían revisar la estrategia en todo su portafolio para asegurarse de contar con exposición a esta fuerza transformadora.

  1. Analiza las ventajas

Invertir en la transición a bajas emisiones de carbono también implica considerar los riesgos del cambio climático para las inversiones, desde un aumento en eventos climatológicos extremos hasta un número creciente de quiebras relacionadas al carbono.

Sin embargo, también hay un potencial de ventajas competitivas por parte de las empresas que están impulsando la transición a bajas emisiones. Aquellas empresas que ya operen o que asuman con seriedad su compromiso hacia la transición energética (como negocios con fuentes de energía renovable, nuevas formas de transporte, entre otras) tendrán ventajas competitivas para la inversión de capital que, como lo mencionó Larry Fink en su carta de 2022, “El poder del capitalismo”, nunca había estado tan disponible.

PRODUCTOS

La transición a bajas emisiones tendrá un impacto diferenciador en los portafolios de inversión. En este escenario donde el compromiso social y ambiental por parte de las empresas tendrán un peso en el capitalismo del futuro, es momento para que los inversionistas busquen una exposición estratégica que les permita aprovechar las oportunidades a largo plazo.