Necesitamos una nueva estrategia
Las reglas del ciclo económico tradicional parecen no aplicarse a la pandemia. Consideramos que el impacto es más similar al de un desastre natural de gran escala seguido por una rápida reanudación económica. A principios de la crisis, predijimos que las pérdidas económicas acumuladas resultantes (que son lo más importante para los mercados financieros) seguramente serían solo una fracción de las que vimos después de la crisis financiera mundial.
Esta perspectiva dependía de un fuerte apoyo de las políticas para ayudar a los hogares y las empresas a superar el impacto en los ingresos. Los primeros resultados de los ensayos de las vacunas contra el COVID-19 nos dieron mayor confianza en este escenario. Además, sugieren que la reanudación económica puede acelerarse de modo significativo en 2021 cuando se libere la demanda contenida. Es probable que los precios de los mercados reflejen rápidamente una reanudación económica completa, dada la mayor probabilidad de que se cumpla esta perspectiva.
Desafíos de la reanudación
EE.UU. y Europa enfrentan desafíos en el futuro inmediato: un resurgimiento de los casos de infección por el virus podría causar una contracción económica total. Los riesgos de agotamiento de las políticas, especialmente en EE.UU., están incrementando en un momento en el que el apoyo continuo de éstas es vital para limitar los daños económicos permanentes. Sin embargo, las noticias positivas sobre las vacunas cambian las reglas del juego, pues ahora sabemos que el camino va a llevarnos a un destino, lo que les da claridad a las autoridades, las empresas y los mercados sobre cómo llegar a la etapa posterior al COVID-19.