- Muchas acciones de infraestructura están demostrando ser resistentes a la inflación debido a las características de valor, los contratos ajustados según la inflación y las deudas con tasas de interés fijas, como ha sido el caso históricamente. También podrían beneficiarse de los esfuerzos de relocalización en medio de las disrupciones globales de la cadena de suministro, la adquisición de nuevas inversiones y un mayor uso.
- Los instrumentos de renta variable públicos de infraestructura se beneficiarían del gasto del sector público. En EE. UU., según la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos (IIJA, por sus siglas en inglés), se destinarán USD 1,2 billones en gastos gubernamentales a reconstruir y mejorar la infraestructura de EE. UU. Al mismo tiempo, el gasto mundial en infraestructura va en aumento a medida que los países enfrentan las presiones de la cadena de suministro, buscan estimular la actividad económica y se adaptan al cambio climático.
- Creemos que los inversionistas pueden aprovechar las oportunidades que ofrece la infraestructura invirtiendo tanto en habilitadores de infraestructura (compañías que generan ingresos a partir de productos y servicios de construcción) como en propietarios de activos de infraestructura (compañías que generan ingresos mediante el manejo de infraestructuras, como bienes básicos y puertos).
Las tasas de interés están aumentando para controlar la inflación, los mercados de renta variable están experimentando un cambio de régimen y las cadenas de suministro están siendo sometidas a una presión sin precedentes. Sin embargo, esto no significa que no haya oportunidades de megatendencias disponibles para los inversionistas. De hecho, los momentos de cambio permanente suelen desencadenar períodos de crecimiento exponencial. En el caso de la infraestructura, ese momento podría ser ahora.