¿Cómo afecta la incertidumbre geopolítica a los mercados?

Tras la celebración del décimo Latin America Virtual Forum (LAVF), Axel Christensen, Director de Estrategia de Inversiones para América Latina, reflexiona sobre cómo la geopolítica actual, como el conflicto de Ucrania y el entorno de alta inflación, está afectando a los mercados, concretamente en América Latina.

Los recientes acontecimientos geopolíticos, como el conflicto de Ucrania, han incrementado uno de los principales retos a los que ya se enfrentaban los inversionistas al entrar en 2022: convivir con una inflación (más alta y durante más tiempo). Los precios más altos resultantes de las interrupciones de la cadena de suministro que se produjeron tras la pandemia, durante el reinicio de 2021, se vieron impulsados por el impacto del conflicto en los precios de la energía, los alimentos y otras materias primas. Un choque de oferta sobre otro choque de oferta.

En este escenario, los mercados financieros tratan de averiguar qué tipo de respuesta desencadenará la inflación por parte de los bancos centrales. Por un lado, son necesarias suficientes subidas de tasas para mantener su credibilidad en cuanto a su capacidad de mantener las expectativas de inflación a largo plazo. Por otro, un número excesivo de subidas podría afectar el crecimiento económico. Creemos que los bancos centrales también tendrán que convivir con una mayor inflación. En consecuencia, la renta fija debería seguir siendo una clase de activo difícil para los inversionistas, ya que los rendimientos reales siguen siendo bajos o negativos. Por ello, seguimos prefiriendo la renta variable, ya que ofrece más protección en el escenario inflacionista.

América Latina se enfrenta a impactos similares, si no es que más grandes, de un escenario de mayor inflación. Los bancos centrales de la región tuvieron que iniciar sus ciclos de subidas de tasas el año pasado, ya que las presiones de la oferta sobre los precios se vieron agravadas por el traspaso de la devaluación de la moneda a la inflación. Aunque las tasas se están acercando a los niveles terminales y las divisas se han fortalecido gracias a la subida de los precios de las materias primas -lo que hace que los bonos de los mercados emergentes, en moneda local, sean una alternativa atractiva para los inversionistas ávidos de rendimiento-, el efecto sobre el crecimiento económico se ha convertido en una preocupación creciente.

El conflicto ucraniano también ha generado incertidumbre en torno a la transición climática hacia la neutralidad. El afán de seguridad energética de los países occidentales ha llevado a un aumento de la producción de combustibles fósiles no rusos. Aunque estos acontecimientos ciertamente aumentan el riesgo de una mayor inflación y un crecimiento más lento a corto plazo, también aceleran la transición para reducir las emisiones de carbono en Europa, aunque la velocidad ahora será más divergente entre las regiones.