Filosofía de inversión

El Fondo tiene por objetivo maximizar la rentabilidad de su inversión a través de una combinación de revalorización del capital y rendimientos de los activos del Fondo.

El Fondo trata de mantener al menos el 70 % de su exposición a inversiones en empresas domiciliadas o que desarrollen una parte predominante de su actividad económica en mercados emergentes. Esto se logra invirtiendo al menos el 70 % de sus activos totales en valores de renta variable (como acciones) y valores asimilados a la renta variable (ARV), y, cuando se considere oportuno, valores de renta fija (RF) (como bonos), instrumentos del mercado monetario (IMM) (es decir, títulos de deuda con vencimientos a corto plazo), depósitos y efectivo. Los valores ARV incluyen instrumentos financieros derivados (IFD) (es decir, inversiones cuyos precios se basan en uno o más activos subyacentes). Los IFD pueden utilizarse para ayudar a alcanzar el objetivo de inversión del Fondo y el Fondo, a través de los IFD, podrá generar apalancamiento de mercado (es decir, cuando el Fondo incurra en una exposición de mercado superior al valor de sus activos). Una parte sustancial de los activos del Fondo podrá invertirse en swaps de rentabilidad total y contratos por diferencia que tratan de conseguir una rentabilidad específica determinada basada en activos subyacentes, como valores de renta variable y de RF.

Los valores de RF y los IMM podrán ser emitidos por gobiernos, agencias gubernamentales, empresas y organismos supranacionales (como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento), y podrán tener una calificación de grado de inversión (es decir, alcanzarán un nivel específico de solvencia), una calificación inferior a grado de inversión o no tener ninguna calificación en el momento de la compra.